Es una combinación clásica que requiere prestar atención a la calidad de las proteínas y los almidones.
Seguridad alimentaria de las albóndigas: las albóndigas (de carne picada) deben estar completamente cocidas, con una temperatura interna mínima de 74 °C. Esto es extremadamente importante.
Control del índice glucémico (IG): el puré de patatas tiene un IG alto. La adición de proteínas (chuletas) y grasas (mantequilla, leche/nata) ralentiza la digestión de los carbohidratos, lo que reduce la carga glucémica general.
Almidón resistente: El puré elaborado con patatas enfriadas después de la cocción (y posteriormente recalentadas) aumenta el contenido de almidón resistente.
Control de la grasa: Limitar la mantequilla y la nata en el puré y la grasa al freír las albóndigas.
